Actualmente ya es posible fabricar casi cualquier prenda con tecnologías 3D. Es así como la fabricación aditiva ha ingresado principalmente en el sector de la alta costura, pues aún no se pueden generar grandes colecciones por la limitación de la maquinaria. Esto hace que se trabaje en prendas exclusivas, que se realizan a medida y gusto del cliente. Es decir, productos cien por cien personalizables a los que la impresión 3D les otorga un valor añadido sobre cualquier otra prenda.

Uno de los problemas del sector de la moda es el exceso de tejido que se genera en el proceso de corte de la fabricación de los productos. Según las fundadoras de ZER Collection, Ane Castro y Núria Costa, se estima que el 20% del tejido se desperdicia durante ese proceso. Sin embargo, este proceso se acaba con la fabricación aditiva.

Es así como estas emprendedoras vieron en Holanda, durante su estancia Erasmus, las grandes ventajas que aportaba la tecnología 3D al sector de la moda. Y luego, decidieron emprender por ese camino con la idea de hacer más sostenible al sector de moda en España.

Las nuevas tecnologías se fabrican bajo demanda, por lo que no hay desechos y se acaba con “el problema medioambiental”. “Nosotros solo generamos en 3D el tejido que encaja con la prenda o diseño, por lo que se acaba con las toneladas de tejidos que con la moda tradicional se generaban”, comentan las fundadoras de ZER Collection. “Es un cambio muy grande, sobre todo al hablar de sostenibilidad”, señalan.

Créditos: ZER Collection

La producción en masa a paso lento

Si bien es cierto que ayuda a agilizar y a reducir costes a la hora de realizar los diseños, aún no permite a las marcas mejorar sus beneficios. Una de las principales razones es porque no se puede utilizar para la producción en masa. “Para las pruebas de concepto es de lo mejor que hay porque es mucho más económico hacer una prueba en 3D que hacerla de manera real y que después no vaya a salir”, explica Gabriela Izquierdo, Project Manager del Instituto Tecnológico del Textil AITEX.

El principal freno al desarrollo de esta forma de trabajo en el ámbito de la moda está en los materiales. A pesar de que actualmente hay técnicas que están mejorando la calidad de las prendas, todo lo que se produce es “muy plasticoso”. Al menos, así lo cree Gerard Rubio, consejero delegado de la empresa Kniterate, la cual trabaja con las máquinas tricotosas y usan los métodos de fabricación textil más tradicionales llevándolas al mundo digital. Y es estas máquinas, destinadas al pequeño y mediano negocio, automatizan el proceso de creación de prendas de ropa partiendo de un diseño digital.

“El problema de la fabricación aditiva en moda es que los materiales no están lo suficientemente evolucionados y los resultados son prendas poco cómodas y poco flexibles”, afirma Rubio.

Por otro lado, las fundadoras de ZER Collection dicen que hay que tener en cuenta que en el mundo de la moda, el objeto está en contacto con nuestra piel, por lo que tienen que usar tejidos naturales.

“Hasta que un filamento no llegue a tener una composición que se acerque mucho más, por ejemplo, a un algodón, es difícil que nos planteemos una impresión de prendas interiores», explican. Esa es la razón por el enfoque en hacer impresión sobre tejidos o en prendas exteriores.

Ane y Núria también expresan que otra problemática en la fabricación masiva de prendas es la falta de investigación y recursos que existen para cualquier tipo de proyecto innovador. Sin embargo, el futuro de la moda , en cierta medida, pasa por la impresión 3D.

Y es que según Jorge Moreno, responsable de Grupo I+D Textiles Inteligentes y Digitalización de AITEX, se seguirá trabajando en la línea de “creaciones espectaculares” para el ámbito de la alta costura, tanto en joyería como en complementos para el textil. De esta forma se dará un salto una vez que mejoren los materiales y las impresoras tengan mayor capacidad y rapidez.

Por otro lado, las fundadoras de Zer Collection afirman que en cuanto esos aspectos mejoren, “la impresión 3D tiene un futuro muy potente en la fabricación”.