Scandicraft es una opción respetuosa con el medio ambiente, ya que se basa en el uso de muebles antiguos o restaurados, la presencia de elementos como plantas, textiles en tonos neutros en donde reina la madera así como los muebles tejidos.
Sabemos la influencia que el color aporta a cualquier espacio y, cuando hablamos de estilo scandicraft, la paleta engloba colores cálidos como el blanco, azul, marrón, amarillo o verde en tonos pastel, ya que evocan los mismos tonos de la naturaleza. Si en tu caso buscas un resultado único sin arriesgar demasiado, te recomendamos apostar por el crema, miel o beige.
El darle una nueva vida a un mueble antiguo es una de las premisas del Scandicraft. Antes de ir a una tienda y apostar por lo nuevo, asegúrate de que no puedes encontrarlo en una tienda de segunda mano o en tu propia casa. Scandicraft le agrega un extra de calidez al nórdico tradicional y supone un verdadero regreso a lo simple, priorizando la sostenibilidad, el reciclaje y lo hecho a mano. Scandicraft es la combinación del estilo nórdico (‘scandi’) con elementos más cálidos, auténticos y artesanales (‘craft’).
Tus muebles, con una simple capa de pintura, pueden devolverle vida a ese espacio que quieres cambiar o que te aburre. Tonos más claros, barniz, añadir o quitar algo… Las posibilidades son, casi, infinitas y están en tus manos.
Scandicraft también es sinónimo de cozy, es decir, mantas mullidas, tejidos de borrego, todo para hacer el lugar más y más acogedor. Lo artesanal es esencial para este tipo de decoración.
Las plantas son un elemento imprescindible en un hogar, y más en uno que está tan en consonancia con la naturaleza como es el estilo scandicraft, eso sí, no es el momento de grandes palmeras o flores de colores, escoge las que vayan en sintonía con el lugar sin destacar demasiado.