Para cada misión espacial, la NASA asigna un médico o “cirujano de vuelo” con la finalidad de monitorear la salud de los astronautas. En ese sentido, el ingeniero peruano José Cornejo afirma que una cirugía en el espacio podría suponer riesgos para el paciente y la tripulación.

“Hacer una incisión abierta va a generar que la sangre salga con mucha velocidad, por la microgravedad, y se va a quedar suspendida”, advierte. El diseño del prototipo del robot que sería portable podría contribuir a que la cirugía sea mínimamente invasiva.

“Se tiene que ver muchas variables para diseñar un robot. No es comprar el robot y ponerle algoritmos para que funcione. Nosotros estamos creando un robot altamente sofisticado para dotar al cirujano de las habilidades que necesita para afrontar una cirugía robótica en el espacio. A nivel internacional, los avances científicos apuntan a que los sistemas robóticos sí podrían asistir a los médicos especializados para microcirugías.

Sin embargo, el ambicioso proyecto apunta a realizar las primeras pruebas sumando la tecnología de impresión 3D. El equipo analiza el uso de la impresión 3D en cirugía y dispositivos médicos.

El investigador peruano busca conjugar esta tecnología con la cirugía robótica espacial. “Vamos a unir el prototipo que estamos haciendo con las guías quirúrgicas (impresas en 3D) para tener todo un sistema de entrenamiento para cirujanos y recrear una cirugía de alto nivel en la Tierra y para el espacio”, asegura el joven científico.

Con guías quirúrgicas o incluso órganos impresos en 3D se podrían desarrollar las primeras pruebas.Durante estas pruebas se deben analizar los parámetros obtenidos para evaluar mejoras o rediseñar algún elemento del sistema.

“Como es un sistema para entrenamiento de cirujanos se utilizan tablas de verificación para identificar, en primer lugar, el tiempo en el que se va a desarrollar una tarea”. Por ejemplo, se evaluará el tiempo para una sutura u otra acción, y luego se trabajará en mejorar ese promedio.

A la fecha, los avances apuntan a que este brazo robótico pueda ser utilizado, además de entrenamiento, en microcirugías -primero- a nivel de piel. En el futuro se espera continuar con pruebas a nivel muscular hasta llegar a cavidad.